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Descubriendo China: Un mes inolvidable en Fudan University

Artículo informativo por la estudiante UP Laura Samantha Huamán Espinoza de la carrera de Economía:

Llegada a Shanghai: Explorando los alrededores de la Universidad de Fudan

La primera semana de julio me embarqué en la gran aventura de viajar a China para estudiar durante 4 semanas en Fudan International Summer Program (FISS) de la Universidad de Fudan  (复旦大学), cuyas clases empezaron el 8 de julio y culminaron el 2 de agosto. Al llegar a China, la diferencia con Occidente era clara, con la mayoría de los letreros en chino, excepto algunos en inglés. Aunque sabía que el verano en Shanghai era caluroso, no esperaba un clima tan intenso. Recomendación: si viajas a China durante el verano, no olvides llevar protector solar y una gorra.

Mi residencia se encontraba dentro del complejo de estudiantes internacionales de la Universidad de Fudan, en el distrito de Yangpu. Inmediatamente formé un pequeño grupo de amigos con quienes fui a comprar lo esencial en el Family Mart, una conocida cadena de minimarkets en China. Además, una estudiante de Fudan nos llevó a conocer Daxue Lu (大学路), una calle pintoresca y encantadora. Quedé maravillada por la cantidad de negocios que allí se encontraban, desde cafeterías y restaurantes hasta tiendas de ropa. Sin embargo, lo que más me sorprendió fue mi visita al área de Wujiaochang (五角场), donde se pueden observar cinco centros comerciales muy grandes que se miran mutuamente en cada esquina del cruce de las avenidas.

Sumergiéndome en las clases de la universidad

El 8 de julio marcó el inicio de las clases en Fudan y, como era de esperar, las sesiones se llevaron a cabo diariamente. El programa ofrecía una diversa gama de cursos en áreas como economía, finanzas, humanidades, negocios, etc. todos impartidos en inglés. Personalmente, opté por un curso de Finanzas Corporativas y otro de Chino Intermedio. Recuerdo que los salones eran amplios y que la profesora de finanzas usaba un micrófono para asegurarse de que todos pudiéramos seguir sus lecciones. A pesar de ser un curso lleno de números, la sólida base que obtuve en la Universidad del Pacífico me permitió adaptarme rápidamente. En las clases de Chino Intermedio, aprendíamos alrededor de 15 palabras nuevas cada día, lo cual facilitó mucho mi comunicación con los ciudadanos de Shanghai. Las clases me dieron la oportunidad de conocer a personas de diversas partes del mundo, como México, Colombia, USA, Singapur, Francia, entre otros. Aunque el ritmo académico era intenso, con tareas y evaluaciones semanales, el deseo de explorar la ciudad y sumergirme en la cultura china me motivó a cumplir mis responsabilidades.

Otra experiencia destacable en el campus fue la oportunidad de visitar el Centro de Investigación de Fudan junto con mis amigos de la Universidad del Pacífico, Fernanda y Josué. Allí, nos ofrecieron un recorrido por el centro y aprovechamos la ocasión para agradecer personalmente a Sam, un investigador que estuvo el semestre pasado en la Universidad del Pacífico, por todo el apoyo que nos brindó durante nuestra estancia en Shanghái. Como muestra de gratitud, le entregué un presente en reconocimiento al apoyo que Fudan ofrece al Centro de Investigación sobre China y Asia Pacífico (CECHAP).

Gastronomía y vida cotidiana en Shanghai

Podría parecer que interactuar y desenvolverse en la ciudad de Shanghái sería un desafío, principalmente por la barrera del idioma. Sin embargo, no lo sentí así. Para visitar diversos lugares, optaba por utilizar aplicaciones de mapas populares en China, como AutoNavi o Baidu Maps, que me indicaban con precisión qué línea de metro o autobús debía tomar, así como su horario. Además, realizar pagos resultaba bastante sencillo, ya que en China es muy común utilizar el celular para transacciones a través de Alipay o WeChat; solo era necesario escanear un código QR para que el pago se procesara. En los casos en que encontraba dificultades para comunicarme con algún vendedor o para pedir direcciones, recurría al traductor del celular. Al menos en Shanghai, las personas son muy pacientes con los turistas y se sorprenden gratamente cuando escuchan a alguien hablar en chino.

Después de clases, era común salir a comer y explorar la ciudad con mi grupo de amigos. Diría que la comida en Fudan y Shanghai es sorprendentemente asequible y diversa. En cada comida, el arroz y los palillos chinos eran imprescindibles, acompañados por el infaltable bubble tea. Una sensación que compartí con mis compañeros fue la seguridad que sentimos en la ciudad, tanto de día como de noche.

Mi lugar favorito: El Bund

Mi lugar favorito en Shanghai fue indudablemente El Bund (外滩), un lugar emblemático conocido por su impresionante vista de rascacielos, entre los cuales destacan la Shanghai Tower, la tercera torre más alta del mundo, y la Oriental Pearl Tower, que, en mi opinión, es la más icónica debido a su distintiva forma circular. Además, la zona está junto al río Huangpu (黃浦江) lo que hace que la vista sea preciosa. Mi primera visita a este lugar fue guiada por los “buddies” de Fudan, estudiantes que nos ofrecieron a los estudiantes de FISS un recorrido por los puntos turísticos de la ciudad. Al ver El Bund, quedé impresionada por los rascacielos y los avances tecnológicos de China. Una de las experiencias más memorables de esa jornada fue la visita a un restaurante de dumplings que, aunque sencillo en apariencia y con precios muy accesibles, nos sorprendió al descubrir que contaba con una estrella Michelin. Tras esta experiencia, los “buddies” nos proporcionaron sus contactos para cualquier consulta sobre China. Especialmente, estoy agradecida con Bella por su amabilidad durante mi estancia en China.

Escapada a Beijing: Un viaje inolvidable

Decidí viajar un fin de semana a Beijing, la capital de China, con el objetivo de conocer la famosa Gran Muralla China. Opté por el tren bala, ya que era la opción más rápida para llegar. Me sorprendió la experiencia de viajar en este tren, que, a pesar de su velocidad, ofrecía un trayecto muy estable y cómodo. En aproximadamente cuatro horas llegué a mi destino. Mi primer destino turístico fue la Ciudad Prohibida (紫禁城), un impresionante complejo de palacios imperiales de antiguas dinastías chinas que alberga alrededor de 9,000 habitaciones.

Esa misma noche visité Wangfujing (王府井), una calle famosa por su gran cantidad de tiendas y restaurantes donde pude probar el famoso Pato de Pekín, que resultó ser muy delicioso. Al día siguiente, me levanté temprano para visitar la Gran Muralla China (长城) de Mutianyu, ubicada a aproximadamente dos horas de Beijing. Al llegar, me encontré con una multitud de turistas. Quedé asombrada por la inmensa longitud de la muralla y la vista desde la muralla que es sencillamente espectacular.

Mi experiencia en Beijing me dejó una impresión muy positiva. Las calles de Beijing están impregnadas de monumentos históricos que reflejan siglos de cultura y patrimonio. Este contraste con Shanghái, una ciudad que encarna la modernidad por sus rascacielos imponentes y arquitectura vanguardista. Mientras Shanghái impresiona con su energía futurista, Beijing me envolvió en una atmósfera donde lo antiguo y lo moderno coexisten en perfecta armonía, ofreciendo una perspectiva más amplia de la diversidad cultural de China.

Partida de China y Reflexiones

El 3 de agosto, todos dejamos la residencia, y fue un momento emotivo despedirme de mis amigos. Antes de partir, les obsequié llamitas de Cusco como recuerdo, con la promesa que nos volveríamos a encontrar pronto. Partí de Shanghai ese mismo día, llevando conmigo recuerdos inolvidables de una ciudad que, sin lugar a dudas, es extraordinariamente hermosa. Es sorprendente ver lo avanzada que está China en términos de tecnología, así como lo organizada y segura que es. No hubo un solo día en el que no descubriera algo nuevo que hacer. Aunque el idioma puede representar una barrera, la experiencia es increíblemente motivadora y me impulsa a seguir aprendiendo chino. Espero poder regresar pronto a China para continuar explorando Shanghai y descubrir otras ciudades. Asistir al Fudan International Summer Session ha sido una de las mejores experiencias de mi vida, y estoy profundamente agradecida con el Centro de Investigación sobre China y Asia Pacífico por el apoyo brindado durante mi postulación al programa. Animo a todos los estudiantes a considerar postularse a FISS el próximo año, a postular a un intercambio o, en general, a aventurarse en conocer China.

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