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Líderes emergentes: Innovación y ecosistema emprendedor en China y Corea

Viaje académico realizado por Gimena Yuncaccallo, estudiante de Economía de la UP, como parte del informe para el Faculty Led Program Corea y China 2024.

En el panorama asiático de la innovación y el ecosistema emprendedor, dos países que destacan a nivel de tendencias y crecimiento económico son indudablemente China y Corea del Sur. Desde las políticas gubernamentales y las inversiones en investigación y desarrollo
hasta las sinergias entre industria, academia y gobierno, estos países han construido sólidas bases para incentivar la creación de tecnologías disruptivas que los lleven a competir con el resto del mundo. Para comprender su impacto en la economía global y extraer lecciones aplicables al Perú, se necesita ahondar en el dinamismo de estas dos grandes economías.

Luego de una guerra civil sangrienta con la zona norte, en 1950, Corea del Sur, nación relativamente joven comparada con la China milenaria, emergió como uno de los ejemplos más impresionantes de desarrollo en el mundo, a partir de la implementación de una serie
de políticas gubernamentales enfocadas en la industrialización y exportación. Las industrias clave que recibieron inversión y apoyo del gobierno en su denominada “Estrategia de Desarrollo para la Exportación”, en la década de los sesenta, fueron manufactura, automotriz y electrónica. Después de la guerra el PBI per cápita de Corea del Sur era de 70 dólares. Actualmente, este bordea los 35,000 dólares, lo que equivale a casi cinco veces el PBI per cápita peruano (Banco Mundial, 2021).

El foco en Educación como mecanismo de mejora en productividad para la fuerza laboral no fue dejada de lado, pues solo la mano de obra altamente calificada podría hacer realidad el crecimiento económico del país. El gobierno fue el regulador y coordinador directo inicial
para el desarrollo económico. La reforma educativa en el país iba orientada a la diversificación, especialización, mayor financiamiento e internacionalización de la educación superior. Una de las políticas implementadas fue el proyecto “Brain Korea 21”, creado para
facilitar fondos para centros de investigación con profesores e investigadores destacados que desarrollen tecnologías avanzadas que fortalezcan la competitividad internacional del país. Entre 1998 y 2010, el número de artículos científicos publicados en revistas
internacionales se cuadruplicó, lo que demuestra un aumento en la productividad de estos trabajos académicos (Byun, Jon & Kim, 2013). Asimismo, el programa facilitó las asociaciones entre universidades y empresas para la transferencia de tecnología e investigación, un ejemplo de ello es la asociación entre Samsung y KAIST.

Muy a parte de la colaboración con universidades, las propias empresas manejaron sus propios departamentos de R&D. Los chaebol o conglomerados empresariales coreanos suelen asimilar rápidamente tecnologías avanzadas existentes, por lo que están en constante búsqueda de innovación para los productos de su diversificada cartera de empresas. Algunos de los más conocidos son Samsung, Hyundai y LG. Actualmente, se podría decir que el principal impulsor para la búsqueda de nuevas tecnologías ya no es solo es el gobierno, sino también la industria. Como ejemplo sencillo de este avance tecnológico comparable con el Perú, se sabe que la primera microondas desarrollada enteramente en Corea se creó en los laboratorios del Korean Advanced Institute of Science and Technology (KAIST), en 1978, mientras que la primera se comercializaba en el Perú aproximadamente en 2010.

En el contexto chino, en 1978, Deng Xiaoping, conocido como el arquitecto de la china moderna, aplicó reformas económicas en China que dieron inicio a una transformación económica que los llevaría a ascender como una potencia económica global en la actualidad. En su visión, la importancia no radicaba en el socialismo o el capitalismo como sistema económico, el único objetivo era el crecimiento económico del país. Xiaoping, a pesar de defender el socialismo y ser miembro del Partido Comunista, buscó liberar el mercado, dar apertura al comercio exterior e inversión extranjera y modernizar el sector industrial. Algunas de estas reformas incluyeron la disolución de la agricultura colectiva, la descentralización económica, privatización de empresas y la creación de zonas económicas especiales. Con el pasar de los años, estas políticas también fomentaron la inversión en tecnología. China pasó de ser una economía de agricultura, a una basada en manufactura y, más recientemente, a una tecnológica y de servicios. Como resultado, entre 1978 y 2017, el PBI y PBI per Cápita llegaron a crecer hasta un 10%, anualmente (Yang Bian, 2024).

Según el profesor Timothy Yang Bian, profesor del University of International Business and Economics (UIBE), si bien en China no hubo una estrategia conjunta explícita entre gobierno, academia e industria, el gobierno chino generó el ecosistema necesario para que la industria y la academia se desarrollaran. Con el lema “If you want to be rich, build roads first” se impulsó la mejora en la infraestructura y conectividad, mediante la modernización de las telecomunicaciones, internet y trenes de alta velocidad que conectaran todo el territorio. Uno de los eventos que sirvió de punto de partida fueron los primeros juegos olímpicos celebrados en China. En la actualidad, hay más de 40,500km en infraestructura de trenes y solo les tomó entre 6 a 8 meses pasar de billeteras físicas a virtuales en todo el país. Como muestra de que este es uno de los países más avanzados en el mercado electrónico, en el día del soltero, celebrado el 11 de noviembre de cada año, se vende en línea cuatro veces más que el equivalente a la economía del Perú.

En el proceso de convertir ambos países en desarrolladores de innovación y tecnología, de acuerdo con Xudong Gao, profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Tsinghua, se siguieron tres pasos fundamentales. El primero lo podemos denominar “following and catching up”, pues consistió en la compra de licencias para el uso de tecnología extranjera y la contratación de personal del exterior que les enseñara a usar tecnología avanzada y les permitiera producir productos ya existentes en sus respectivos países. Luego de dominar la imitación de procesos y estar a la vanguardia, en el segundo paso, se abría paso a la exportación con la incorporación de innovación propia que generaba valor agregado y convertía a ambos países en líderes en el desarrollo de este sector. Finalmente, la creación del departamento de investigación y desarrollo en las empresas, las llevó a tener el poder de cambiar las reglas del juego en un sector altamente competitivo y en constante cambio como lo es el tecnológico. En China y Corea, el emprendimiento está estrechamente relacionado con la innovación y la tecnología. De acuerdo con Gao, los sectores más desarrollados en China, en este aspecto, son los de equipamiento militar y piel artificial. Comentó también que hubo un intento de desarrollar un sistema similar al de Microsoft en el país, incluso llegó a enlistarse en la Bolsa de Nueva York; no obstante, debido a la guerra comercial con Estados Unidos, fue obligada a desenlistarse.

Si incluyéramos al Perú en la discusión, las estrategias vistas anteriormente podrían ser aplicables a nuestro país si se dieran las condiciones necesarias para que la industria y academia resurjan. Actualmente, la inestabilidad política y la corrupción espantan las inversiones, aproximadamente el 80% de la economía es informal y el marco normativo puede resultar complejo. Dentro de los problemas estructurales, los que más destacan son la falta de acceso a internet, a pesar de tener un mayor acceso a electricidad; la inversión en educación es una de las más bajas en la región, según el ex ministro de educación Oscar Becerra, al Perú le tomarían 10 años mejorar la infraestructura y servicios básicos de únicamente de los colegios; y, finalmente, dada la falta de innovación y tecnología, el 70% de las exportaciones está basada en commodities y productos primarios con poco valor agregado que hacen que el país aún será una economía primaria (COMEX, 2022).

Ahondando en el problema de la informalidad, dado que esta implica un bajo acceso a financiamiento y ausencia de beneficios fiscales que promuevan la adquisición de nuevas tecnologías, las empresas que la conforman son menos productivas y emplean mano de obra menos capacitada. Esto genera un círculo vicioso, en el que el capital humano no está incentivado a capacitarse, pues el mercado laboral no lo demanda. Así, ninguna casa de estudio supera las 910 publicaciones en revistas científicas. A pesar de contar con algunas instituciones del gobierno orientadas a la innovación, como Proinnóvate Perú, CONCYTEC y PNIA, el poco conocimiento sobre las oportunidades que ofrecen también limita su alcance. Si bien el Perú ocupa el puesto 52 de 132 economías, en términos de insumos disponibles entendidos como instituciones, infraestructura y sofisticación del mercado, ocupamos el puesto 90 en producción de investigación y desarrollo tecnológico y el 106 en difusión de información, de acuerdo con el Organismo Mundial de Propiedad Intelectual (La Cámara, 2023).

En conclusión, China y Corea del Sur han demostrado que sentar las bases que generen un ambiente propicio para el desarrollo tecnológico e innovación es crucial para el crecimiento económico. El trabajo no se hace individualmente, pues la colaboración entre industria, academia y gobierno es clave para transformar las naciones. Corea del Sur, con su enfoque en la educación y asociación con conglomerados empresariales, ha emergido impresionantemente como uno de los países más dinámicos y tecnológicos del mundo. Por su parte, China y sus audaces reformas económicas, así como su enfoque en infraestructura y conectividad la han posicionado como la segunda economía más grande del mundo. Para que el Perú pueda tener un crecimiento sostenido a base de innovación y tecnología aún falta un largo camino por recorrer. Es necesario abordar los problemas estructurales desde un enfoque integral y colaborativo que involucre a la sociedad, el sector privado y el gobierno, para generar competitividad en la región.

Referencias:
Banco Mundial (2021). PBI per cápita (US$ a precios actuales) – Korea, Rep. https://datos.bancomundial.org/indicator/NY.GDP.PCAP.CD?locations=KR

Byun, K., Jon, J. & Kim, D. (2013). Quest for building World-class universities in South Korea: Outcomes and consequences. Hughes Education.

La Cámara (2023). INEI: El 58.4% de los peruanos tiene conexión a internet.
https://www.comexperu.org.pe/articulo/peru-escala-cinco-posiciones-en-el-indice-de-innovacion-global-como-generar-mayor-innovacion-y-tecnologia-en-el-pais

Sociedad de Comercio Exterior del Perú (2022). Perú escala cinco posiciones en el Índice de Innovación Global: ¿Cómo generar mayor innovación y tecnología en el país? https://www.comexperu.org.pe/articulo/peru-escala-cinco-posiciones-en-el-indice-de-innovac
ion-global-como-generar-mayor-innovacion-y-tecnologia-en-el-pais

Xudong, G. (2024). Innovation in China [Presentación de PowerPoint]. Archivo de diapositivas de la Universidad de Tsinghua.

Yang Bian, T. (2024). China’s economic rise: Transition, development and incoming challenges. [Presentación de PowerPoint]. Archivo de diapositivas del University of International Business and Economics (UIBE).

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