Mi experiencia en Fudan University, Shanghái: aprendizajes y crecimiento profesional

Mariana Pozo Alarcón
Estudiante de Economía – Universidad del Pacífico
Un desafío desde el primer momento
Llegar a China supuso un desafío desde el primer instante: todo era nuevo y diferente, desde el idioma hasta la manera de movilizarse y relacionarse. Viajar a Shanghái para participar en la Fudan International Summer Session 2025 en Fudan University me enfrentó a retos académicos, culturales y personales que impulsaron mi crecimiento y me permitieron ampliar mis metas y aspiraciones profesionales.
Shanghái: modernidad y tradición
Shanghái me sorprendió por su capacidad de integrar modernidad y tradición. El Bund, Shanghai Tower y Nanjing Road reflejaban un dinamismo impresionante, mientras que el Jardín Yuyuan y Wuzhen Water Town ofrecían un respiro de historia y serenidad.
Un aspecto que me llamó la atención fue la disposición de la gente a ayudar. Desde mi llegada al aeropuerto, incluso con mi chino básico, siempre encontré apoyo y orientación, lo que me permitió desenvolverme con confianza en la ciudad y en la universidad. La organización y fluidez de la vida cotidiana me inspiraron a pensar en cómo ideas simples y creativas pueden aplicarse de manera práctica en la vida profesional. La digitalización diaria refleja un equilibrio entre eficiencia, creatividad y modernidad que conecta directamente con mis intereses en innovación y tecnología.
Tuve también la oportunidad de viajar en tren bala a Beijing, donde recorrí la Ciudad Prohibida y la Gran Muralla China. Estas experiencias me permitieron apreciar la historia y cultura del país y reflexionar sobre cómo distintos contextos culturales influyen en la forma de trabajar, aprender y relacionarse.
Retos, aprendizajes y crecimiento personal
El programa duró un mes y fue profundamente enriquecedor. Tomé cursos como Chinese Financial Markets, Artificial Intelligence in FinTech y Elementary Chinese, que me ofrecieron herramientas concretas para comprender los mercados financieros y la integración de la tecnología en la industria.
No solo las clases me ofrecieron una visión global y distinta de la economía y la tecnología, sino que también me permitieron conocer a estudiantes de distintos países. Cada uno tenía formas propias de plantearse metas y enfrentar desafíos, influenciadas por su cultura y crianza. Cada perspectiva me parecía diferente e interesante, y pude integrarla a mi forma de pensar y trabajar, enriqueciendo mi visión profesional y personal. Esta experiencia me permitió fortalecer objetivos, explorar nuevas ideas y desarrollar competencias clave para desenvolverme en entornos internacionales.
Para mí, esta experiencia fue valiosa no solo por los conocimientos académicos adquiridos, sino también por los desafíos personales que enfrenté y las personas que conocí, quienes me inspiraron a ampliar mis aspiraciones y a reflexionar sobre la forma en que quiero plantear mis objetivos a largo plazo. Creo firmemente que los retos son una de las vías más efectivas para crecer; sin salir de la zona de confort, es difícil observar la vida desde nuevas perspectivas. Cada proyecto, viaje o experiencia internacional representa una oportunidad para aprender y desarrollarse.
Más allá de lo académico, este intercambio me permitió sumergirme en otra cultura y conectarme con personas que enriquecieron mi manera de pensar, lo que me ayudó a expandir mis horizontes personales y profesionales. Aprendí que cada desafío, ya sea un viaje internacional o un proyecto profesional, es una oportunidad para salir de la zona de confort y ampliar la forma de ver y abordar la vida y el trabajo.
Conclusión
Mi experiencia en China consolidó una visión más global de mi carrera, reforzó mis competencias interculturales y me permitió enfrentar desafíos que fortalecen tanto mi desarrollo académico como profesional. Recomiendo a todos los estudiantes considerar programas como este, ya que representan una oportunidad invaluable para aprender, crecer y ampliar la perspectiva del mundo.
Agradezco especialmente el apoyo del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico (CECHAP), que acompañó todo el proceso, brindando información, orientación y seguimiento para aprovechar al máximo esta experiencia.
Espero poder regresar pronto a China, ya sea por trabajo, otro intercambio o simplemente para visitar. Lo vivido me hizo crecer, me enseñó a adaptarme y me motivó a seguir buscando experiencias internacionales que me desafíen y me transformen.