Un verano inolvidable: Mi experiencia en Fudan

Víctor Alonso Villar Medina
Estudiante de Negocios Internacionales – Universidad del Pacífico
El año 2025 me ofreció una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida académica y personal: la oportunidad de participar en un programa de verano en la Universidad de Fudan, en Shanghái, gracias al apoyo del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico (CECHAP) de la Universidad del Pacífico. Este viaje no solo me permitió fortalecer mi nivel de chino mandarín, sino también acercarme a la cultura y dinámica de uno de los países más influyentes del siglo XXI, viviendo en primera persona aquello que hasta entonces solo había estudiado en libros o discutido en clase.
Desde que inicié la carrera de Negocios Internacionales, comprendí la relevancia estratégica de China en el comercio global y en la configuración de la economía mundial. Por ello, cuando conocí la posibilidad de postular a este programa, mi motivación fue clara: mejorar mi dominio del idioma mandarín y, al mismo tiempo, experimentar la vida universitaria en una de sus instituciones más prestigiosas. Sabía que hablar chino abre puertas, pero también intuía que convivir con su gente y entender su lógica cultural sería aún más transformador.
Mis expectativas se confirmaron rápidamente. Desde el primer día de clases descubrí un entorno académico exigente, diverso y estimulante, en el que debía poner en práctica todo lo aprendido en la Universidad del Pacífico. La interacción constante con profesores y estudiantes de diferentes partes del mundo me situó en un espacio donde cada jornada representaba un reto intelectual y cultural.
Todo este camino no habría sido posible sin el acompañamiento del CECHAP. Desde la postulación hasta mi estadía en Shanghái, recibí orientación y respaldo. Su apoyo fue especialmente valioso durante el proceso de la visa, que suele ser complejo y lleno de detalles que pueden generar dudas. Saber que contaba con esa guía me dio tranquilidad y me permitió enfocarme en lo esencial: aprovechar al máximo esta oportunidad.
Durante el programa llevé tres cursos: Elementary Chinese, Ancient Chinese Thought y China’s Belt and Road and Its Impact in the Developing World. Cada uno abrió un ángulo distinto hacia la comprensión de China.
El curso de mandarín fue una herramienta indispensable para fortalecer mis habilidades lingüísticas, y se convirtió en un entrenamiento diario que ponía a prueba mi disciplina. En Ancient Chinese Thought, me aproximé a los planteamientos de Confucio y otros filósofos, que resultaron mucho más vigentes de lo que imaginaba. Recuerdo especialmente la reflexión sobre la injuria y la respuesta ética frente a las ofensas: un recordatorio de que la virtud puede y debe guiar la vida pública y personal, incluso en contextos de tensión.
Por último, el curso sobre la Iniciativa de la Franja y la Ruta me permitió comprender de manera más profunda el rol estratégico de China en el mundo en desarrollo. Analizar su impacto me llevó a establecer conexiones directas con lo aprendido en mis cursos de la UP, especialmente en International Affairs. Así, lo que en Lima había estudiado en teoría, en Shanghái cobraba sentido frente a debates actuales y concretos.
Más allá de las clases, lo que enriqueció profundamente la experiencia fue la convivencia con estudiantes de distintos países. Desde el primer día se generó un ambiente de apertura, en el que las conversaciones informales en los pasillos, el comedor o las salidas por la ciudad se convirtieron en auténticas lecciones de vida. Descubrí realidades sociales y políticas distintas, y entendí que, aunque cada país enfrenta retos únicos, compartimos aspiraciones comunes. Ese intercambio multicultural me enseñó que el entendimiento global no se construye solo en las grandes conferencias, sino también en los gestos cotidianos de amistad y respeto.
La vida diaria en Shanghái fue, en sí misma, una experiencia formativa. Lo que más me sorprendió fue la seguridad: caminar de noche por cualquier zona, sin temor, fue un privilegio que pocas metrópolis ofrecen. El sistema de transporte, con sus veinte líneas de metro interconectadas, es un testimonio de eficiencia y modernidad. Sin embargo, lo más fascinante fue descubrir cómo esa modernidad convive con templos, jardines y calles históricas, creando una ciudad donde tradición e innovación dialogan constantemente.
También aprendí mucho de la forma de ser de los chinos. Percibí un fuerte pragmatismo y, en ciertos aspectos, un individualismo notable. Sin embargo, al mismo tiempo encontré hospitalidad, amabilidad y una disposición genuina a ayudar a los visitantes extranjeros. Esa dualidad me permitió comprender mejor las complejidades de su cultura.
Estoy convencido de que la formación académica en la Universidad del Pacífico fue decisiva para adaptarme a este reto. El nivel de exigencia al que estamos acostumbrados, la capacidad de organizar el tiempo, sintetizar información y participar activamente en clase fueron competencias que me ayudaron a desenvolverme con confianza en Fudan.
En particular, la formación en la carrera de Negocios Internacionales resultó fundamental. Lo visto en el curso International Affairs con el profesor Ladines, por ejemplo, fue un recurso valioso para entender los debates sobre política internacional y conectar lo discutido en Shanghái con lo trabajado previamente en Lima.
Al mirar atrás, puedo afirmar que este programa en China fue mucho más que un viaje académico. Fue un proceso de crecimiento integral, que me retó a adaptarme, ser flexible y cuestionar mis propias formas de pensar. Entendí que el aprendizaje real no ocurre solo en el aula, sino en la manera en que uno se abre a nuevas experiencias, culturas y perspectivas.
Hoy regreso al Perú con la convicción de que este tipo de experiencias son esenciales para los estudiantes de la Universidad del Pacífico. En un mundo interconectado, comprender la cultura, filosofía y política de un país como China no es solo un valor agregado, sino una necesidad para quienes aspiramos a contribuir al desarrollo de nuestra región desde el ámbito de los negocios internacionales.