4 factores clave que México aprovechó para convertirse en el primer importador de EE. UU.

8 mayo, 2024

Artículo de opinión realizado por Nifta Lau, investigadora del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico, de la Universidad del Pacífico.

Durante los primeros dos meses de este año, México alcanzó una cifra récord en exportación de bienes a Estados Unidos por $78.28 millones de dólares —un incremento del 7.7% con respecto de lo acumulado en el mismo periodo del 2023—, afianzando así su posición como principal exportador al país norteamericano y desplazando a quien ocupaba este lugar desde hace 20 años: China.

De acuerdo con datos compartidos por el Departamento de Comercio a principios de febrero de este año, en 2023 Estados Unidos importó $475.6 billones de dólares de México, representando un incremento del 5% en comparación con el año 2022. Durante el mismo periodo, Estados Unidos importó de China $427.2 billones de dólares, lo cual evidenció una disminución del 20% en comparación con el año anterior. Asimismo, las exportaciones de Estados Unidos a México durante el primer bimestre del presente año cerraron en $53.2 billones de dólares, por tanto, arrojó un superávit de más de $25 billones de dólares en favor de México.

En general, la tendencia que ha llevado a la mayor caída anual del déficit de Estados Unidos en su comercio de bienes y servicios desde 2009 — aproximadamente un 18.7% menos que en 2022—, se debe en parte a la debilidad del dólar, lo cual ha hecho que el costo de sus productos sea más barato en el extranjero. La guerra comercial entre China y Estados Unidos tampoco ha declarado vencedor a alguno de estos países, en especial en el sector manufacturero. Para el 2023, la actividad manufacturera en Estados Unidos se había debilitado por el periodo más largo desde 2002, mientras que la de China se contrajo en 10 de los 12 meses del mismo año. A medida que Estados Unidos redujo sus importaciones de algunos bienes como productos electrónicos y puesto barreras tarifarias de hasta el 25% con respecto de algunos productos importados desde China, hubo países que se beneficiaron de la guerra comercial, y México fue uno de los casos más notorios.

Algunos factores que han contribuido a que México saque ventaja de esta coyuntura son: a) la fortaleza del peso mexicano frente al dólar —la cual ha sido la más elevada desde 2015—, b) el aumento de inversiones extranjeras en el país, c) la llegada de cada vez más grandes empresas multinacionales extranjeras, y d) el Acuerdo Estados Unidos, México y Canadá (USMCA). Mientras el peso mexicano ha incrementado su valor cerca del 10% en contra del dólar durante el 2023, otras monedas como el dólar australiano, el yen japonés y el yuan chino se han debilitado relativamente al dólar estadounidense. La fortaleza del peso mexicano ha ayudado a mantener al margen a la inflación, lo cual ha beneficiado al país al apoyar el aumento de flujo de divisas.

El nearshoring, una estrategia de externalización en la cual se transfiere parte de la producción a terceros —comúnmente a una ubicación cercana—, ha contribuido en gran parte a los casi $30 billones de dólares en inversión extranjera directa que México recibió durante la primera mitad del 2023, un aumento de más del 40% con respecto al 2022. El emblemático boom de este fenómeno con destino en México fue el anuncio de Tesla para construir una fábrica en el estado de Nuevo León —al norte del país—, la cual se presume que comenzará su producción para el 2026. Siguiendo esta línea, la inversión en proyectos de construcción se incrementó en el país en más del 20% con respecto del año pasado.

Sobre esto, además de la combinación entre la fortaleza del peso mexicano y las altas tasas de interés, el USMCA ha hecho al país un destino atractivo para la inversión, como es el caso de que la mayoría de los bienes exportados a Estados Unidos desde México no traen tarifas. En el tema de las importaciones de autos —una de las principales exportaciones de México a Estados Unidos junto con los ordenadores—, la ley norteamericana aplica sólo una tarifa del 2.5% a aquellas que no cumplan con los lineamientos del USMCA. En tanto, si bien China nunca ha sido un supplier importante de vehículos para los Estados Unidos —lo cual no significa que México ha ganado directamente a partir de una pérdida de terreno de China—, ahora no sólo empresas estadounidenses que hacen negocios con China como Tesla están invirtiendo en plantas manufactureras y producción en México para exportar de vuelta a Estados Unidos, sino que también empresas chinas y taiwanesas como Foxconn, Noah Itech, BYD y Lingong Machinery Groups (LGMG), han encontrado atractivo sumarse a la cadena de producción o reubicar sus plantas en México aprovechando el USMCA. Si bien pareciera que el sol continuará saliendo por un tiempo para México, mucho de la continuidad de esta dinámica regional dependerá de si el USMCA es renegociado por la próxima administración estadounidense.

 

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