Colombia y la Iniciativa de la Franja y la Ruta: entre la incomprensión y la oportunidad
28 mayo, 2025

Camilo Enrique Defelipe Villa
Profesor Asistente, Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá, Colombia)
Investigador en el proyecto Just Energy Transition, Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico
Entre el 12 y 16 de mayo de 2025, el presidente Gustavo Petro y una comitiva ministerial asistieron a la IV Reunión Ministerial del Foro China-CELAC en Beijing. En la visita se sostuvieron reuniones con altos funcionarios del gobierno y empresas y a diferencia de Brasil, no hubo una asistencia nutrida de empresarios colombianos.
Más allá del propósito de estrechar lazos de negocios y cooperación, el contexto del debilitamiento político de las relaciones de Colombia con Estados Unidos y la presidencia colombiana de la CELAC obligaban al país a tomar posición sobre adhesión de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), asunto que se venía postergando desde 2019.
Tras varias señales confusas desde octubre de 2024 cuando se anunció la adhesión, Colombia decidió vincularse a IFR, dando lugar al evento de mayor atención mediática y polémica sobre las relaciones con China. La controversia frente a IFR giró en torno a una incomprensión de la iniciativa y a un manejo insuficiente de expectativas con los gremios dominantes del sector privado sobre los alcances y riesgos para la economía colombiana y las afectaciones en las relaciones con Estados Unidos.
IFR es una novedad en el lenguaje de integración regional. La especificidad de su lenguaje ha hecho que sea difícil de asimilar para oficiales de gobierno alrededor del mundo¹, al punto que incluso un medio chino como China Global Television Network reconoce «que toma tiempo entender esta jerga política» y «leer las hojas del te² [predecir el futuro]». En documentos diplomáticos, la versión en español es «la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI “o bien “la Franja y la Ruta”³. Mas allá de esta definición formal, IFR no es un acuerdo formal de inversión, no es un tratado de libre comercio, no es una alianza, no es acuerdo de integración regional ni un pacto de defensa mutua. IFR es en su mínima expresión tangible, un Memorando de Entendimiento conducente a crear espacios de promoción de la oferta china de infraestructura y tecnología.
Sin ánimo de agotar otras definiciones, la diplomacia china en torno a IFR es «un proceso de ensamblaje»⁴ de una estructura de oferta de bienes públicos, los discursos y las normas que regirán dicha estructura. IFR es una red en formación cuya consolidación requiere de la adhesión progresiva de países y de la adquisición de un ecosistema de bienes y sus estándares. Para países en vías de desarrollo, es una “marca” de política exterior que busca disociar a China de imágenes de imperio, colonia, invasión, etc. Sin embargo, IFR no es un concepto delimitado ni terminado: No todas las inversiones chinas son IFR y no todos los bancos multilaterales de capital chino cubren proyectos IFR.
La vinculación de Colombia a IFR ha sido interpretada desde aquello que “no es” o lo que es igual, por un desacuerdo entre gobierno y sector privado sobre lo que “si es”. Esta falta de comprensión y coordinación llevó a que la opinión del sector privado en medios y comentarios de redes sociales⁵ sobre el asunto se haya centrado en sobreestimaciones⁶ de los riesgos⁷ y beneficios para Colombia. La IFR llegó a verse tanto como un correctivo como agravante de nuestra balanza comercial con China, fue tanto una aspiración de autonomía como una percepción de amenaza.
Por parte del gobierno, la formalización de IFR dejó ver desacuerdos⁸ en gobierno sobre como representar la adhesión a la Iniciativa. Hubo un esfuerzo de edición de lenguaje del documento de adhesión por parte del gobierno por comunicar una intención de mantener una relación profunda pero no vinculante con IFR. A comparación de otros Memorandos de entendimiento como el de Panamá⁹, el documento es más ambicioso y especifica múltiples áreas de acción¹⁰, lo cual demuestra una intención pragmática.
En Washington entre tanto, la creciente capacidad de “ensamblaje” de China superó los esfuerzos del gobierno colombiano¹¹ y expertos por dejar claro el carácter no vinculante de la iniciativa y que el vínculo de Colombia con IFR no iba en contra de Estados Unidos. Para ese país, IFR pareciera representar un “desensamble” de su poder en el hemisferio. Por tal motivo, el Departamento de Estado a través de la Oficina de Asuntos del hemisferio occidental, anunció que se opondrá a la financiación presente y futura del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otras entidades financieras internacionales a empresas estatales chinas que operen en Colombia y a los países de la región que tengan acuerdos con China. De esta forma, Estados Unidos golpeó en el corazón de la iniciativa, es decir afectó la posibilidad ofrecer bienes públicos de infraestructura. Si bien se aseguró el Metro de Bogotá que cuenta con un porcentaje de financiación del BID no sería afectado¹², como respuesta, Colombia pidió el 15 de mayo unirse al New Development Bank¹³, o Banco de los BRICS.
En medio de las controversias, se pasó por alto transmitir el mensaje de que IFR es lo que Colombia decida hacer de esta iniciativa para reversar esta asimetría. Por ello se debió haber llevado a cabo un proceso más riguroso de consulta y articulación entre gobierno y sector privado independiente del estado de las relaciones con Estados Unidos. Adicionalmente, la reacción del sector empresarial sugiere que el miedo y desconocimiento de China desborda a la intención del gobierno de China de transmitir confianza¹⁴.
Es cierto que la situación actual de las capacidades productivas y oferta exportadora de Colombia no permite ofrecer mucho a China. Esto implica que el plan de cooperación para IFR debe aterrizarse y gestionarse desde los ministerios¹⁵ y los planes de desarrollo nacional y regionales en forma de acuerdos de cooperación e inversión en proyectos puntuales en infraestructura y otros campos. Esto último, sin embargo, debería ser el reto de fondo de las relaciones de Colombia con China.
Referencias:
- https://chinaobservers.eu/why-we-should-stop-talking-about-chinas-belt-and-road-initiative/
- https://www.youtube.com/watch?v=3p8ClBnZpyI
- https://eng.yidaiyilu.gov.cn/p/0N4P7CF0.html
- https://academic.oup.com/ips/article/18/1/olae002/7595903
- https://www.youtube.com/watch?v=4mM4emoGiqg
- https://www.eltiempo.com/economia/sectores/que-es-la-ruta-de-la-seda-china-y-por-que-los-empresarios-de-colombia-dicen-que-hay-riesgos-de-adherirse-3451615
- https://www.facebook.com/reel/604825625203170 ; https://caracol.com.co/2025/05/13/acercamiento-colombia-china-que-significa-entrar-en-la-ruta-de-la-seda/
- https://www.elcolombiano.com/colombia/ruta-de-la-seda-por-que-fue-el-desacuerdo-de-petro-con-sarabia-frente-a-china-NB27400863
- https://cdn.corprensa.com/la-prensa/uploads/2025/02/02/MOU%20Ruta%20de%20la%20Seda.pdf
- https://thedialogue.org/analysis/que-significa-ser-parte-de-la-franja-y-la-ruta-de-china
- https://x.com/CancilleriaCol/status/1923399428766883861
- https://www.lasillavacia.com/en-vivo/metro-de-bogota-asegura-recursos-pese-a-amenazas-de-ee-uu/
- https://www.presidencia.gov.co/prensa/Paginas/Colombia-radica-formalmente-en-China-solicitud-de-ingreso-al-banco-250516.aspx
- https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/china-y-colombia-hacia-una-nueva-era-de-amistad-3424797 ; https://www.youtube.com/watch?v=fgvggRXM4OI
- https://www.eltiempo.com/politica/gobierno/si-colombia-se-adhiere-a-la-franja-y-la-ruta-de-china-el-congreso-o-la-corte-tendrian-que-revisar-el-memorando-3452966