Columna de Opinión por:
José Carlos Feliciano
Subdirector del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico de la Universidad del Pacífico
El día 5 de agosto, se vivió una jornada bastante negativa para la bolsa japonesa, que sufrió su peor caída registrada desde octubre de 1987. El índice Nikkei 225, índice bursátil más popular del mercado japonés, registró una caída
de 4,451 puntos, encendiendo las alarmas de las principales economías del mundo. Las razones de esta caída son explicadas por una combinación de diversos factores que incluyó principalmente la subida de las tasas de interés
de referencia a corto plazo del Banco de Japón de 0,1% hasta 0,25%.
Históricamente, Japón ha contado con tasas de interés extremadamente bajas y por debajo de cero. Esto ha permitido a instituciones e individuos pedir préstamos en yenes, comprar dólares americanos y usarlos para invertir. De esta manera, se obtiene una deuda en yenes con tasas de interés extremadamente bajas en lo que se conoce como carry trade o bicicleta financiera. Sin embargo, la inflación económica ha obligado al Banco de Japón a subir sus tasas de interés a fin de detener la devaluación del yen, objetivo al que responden las nuevas medidas antes descritas. A esta subida de las tasas de interés en Japón se le suman las noticias y pronósticos de una posible recesión de la economía norteamericana, generadas a raíz de ciertos indicadores económicos que fueron presentados hace algunos días, como el informe de empleo estadounidense de julio, provocando temores de una desaceleración económica y muchas expectativas en el accionar de la reserva federal americana.
Además de estas variables, se suman otros factores globales como la desaceleración de la economía china y las tensiones geopolíticas en Asia y el Medio Oriente. La caída de la bolsa de Japón ha repercutido también en las bolsas del Asia-Pacífico, por ejemplo, el índice bursátil de Taiwán TAIEX cayó 8.4%, mientras que el de Corea del Sur KOSPI, disminuyó 8.8%. De la misma manera los índices de Singapur y Vietnam, cayeron cerca del 4% y los de Australia e Indonesia tuvieron una perdida de valor de más del 3%.
El efecto de esta coyuntura global y la caída de las principales bolsas de valores del mundo también afectó la Bolsa de Lima, que tuvo una caída en la mayoría de sus índices. De la misma manera, el valor del dólar se apreció con relación al sol durante el día, en la búsqueda de opciones más seguras frente al panorama internacional ocurrido ese mismo día.
