Un hub con puentes transpacíficos sin puente a la ciudad-puerto

13 noviembre, 2025

Omar Narrea 

Investigador Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico

Hace un año los ojos del mundo estaban puestos en Chancay para presenciar la inauguración de un nuevo puente hacia Asia. En nuestra tradición de obras que toman largos plazos de ejecución o sufren paralizaciones eternas, ver que el puerto culminaba su construcción a tiempo para las ceremonias presidenciales de la cumbre del APEC enviaba una señal: era posible impulsar muchos más cambios. El Observatorio de Chancay de la Universidad del Pacífico ha venido siguiendo la intensidad y dirección de estas transformaciones.

En el primer año de operaciones, el impacto en la carga y la red portuaria siguió un impulso acelerado. Chancay se convirtió en la cuarta terminal de la red peruana. Sus dos muelles de contenedores lograron movilizar 223,000 TEU y, en conjunto, con los dos muelles multipropósito movilizaron 3 millones de toneladas, superando la meta del primer año de 200,000 TEU.

Adicionalmente, se observan dos dinámicas claras en las operaciones. La primera involucra los servicios navieros transpacíficos: uno de los tres servicios ofrece la ruta directa Chancay-Shanghái, donde el 43% de su carga transportada corresponda a productos peruanos con destino a Asia. La segunda dinámica involucra los tres servicios alimentadores (feeders) que recogen carga de puertos del Pacífico sudamericano y movilizan un 90% de carga de trasbordo, fortaleciendo el rol del nuevo puerto y de la red portuaria peruana como nodo logístico para los principales puertos de Ecuador y Chile, así como para puertos regionales colombianos, ecuatorianos y chilenos.

Sin embargo, al año de su inauguración, las transformaciones que se ven en el mar no se han manifestado con la misma intensidad en tierra. Hemos mapeado que entre junio de 2024 y septiembre de 2025 se implementaron 15 medidas institucionales clave para aprovechar el impulso del nuevo puerto. El cambio normativo priorizó la infraestructura logística (40%), seguido de acciones para ciudad y ciudadanos (27%), gobernanza (20%) y sector empresarial (13%). En el primer caso, la mayoría de las normas se aprobó en los meses previos a la inauguración (noviembre de 2024), destacando la creación de la Intendencia de Aduana de Chancay y la prórroga de concesiones portuarias para reforzar el sistema. La nueva Ley de Zonas Económicas Privadas Especiales, recientemente aprobada, expresa un apoyo a la inversión.

En vez de fortalecerse, las vulnerabilidades de la ciudad-puerto han aumentado: a inicios de año, el colapso del puente sobre el río Chancay saturó la red hospitalaria de la provincia, de modo que más de la mitad de los accidentados graves tuvieron que ser trasladados a hospitales en Lima. Se encargó a la Autoridad Nacional de Infraestructura una cartera de 21 proyectos que, a la fecha, no cuentan con presupuesto. A pesar de haberse creado una Autoridad Autónoma de Chancay, esta no cumple un rol activo para romper barreras como la falta de aprobación de los planes urbanos y de acondicionamiento territorial que establecerían las bases para el Gran Chancay, propuesta local para un crecimiento ordenado de la ciudad.

En el segundo año de operaciones, ante el previsto aumento de carga y la llegada de inversiones, toca actualizar la agenda de «ciudad y ciudadano» con presupuestos concretos y dedicar esfuerzos políticos para generar puentes hacia una gobernanza que construya las obras que la ciudad-puerto necesita.

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