Visita de Pedro Sánchez a China cambia la posición española frente a los aranceles a los vehículos eléctricos chinos

13 septiembre, 2024

Antonio José Pagán Sánchez
Investigador del Centro de Estudios sobre China y Asia-Pacífico
Universidad del Pacífico (Lima, Perú)

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha realizado una visita de estado de alto nivel a China de cuatro días para reforzar la cooperación económica entre España y el país asiático y mitigar el deterioro de la relación comercial entre la Unión Europea (UE) y China.

La visita ha incluido una reunión con el líder chino Xi Jinping, y tiene lugar en un momento de tensiones comerciales y políticas entre China y la UE. Un elemento de gran preocupación actualmente en las altas esferas chinas es la posibilidad de que la Comisión Europea decida en octubre imponer aranceles adicionales a los vehículos eléctricos chinos para así proteger su propia industria automovilística.

El viaje de Pedro Sánchez al país asiático y las conversaciones que durante éste han tenido lugar pueden ser interpretados como un éxito de la diplomacia china. Antes de la visita, España había apoyado la imposición de aranceles a los vehículos eléctricos chinos: el sector de la automoción representa el 10% de su PIB y el 18% de sus exportaciones.

Sin embargo, el miércoles 11 de septiembre Pedro Sánchez anunció sorpresivamente durante su visita a Shanghái que su gobierno estaba reconsiderando su postura, y que así debería hacerlo también la Comisión Europea. China conseguía así un giro en la posición de un líder político proclive a los cambios de opinión, tanto en asuntos de política nacional como internacional. Su decisión ha generado descontento en la Comisión Europea, que además no fue avisada previamente.

Parte del giro en la posición española podría explicarse por los temores a que las exportaciones porcinas a China, que en 2023 ascendieron a más de 1200 millones de euros, sufrieran represalias económicas. Lo cual mostraría a su vez el éxito de la estrategia de Pekín de focalizar dichas represalias en países concretos para así evitar la adopción de una posición común europea.

Aun así, está todavía por ver si China conseguirá finalmente evitar un aumento de aranceles a sus vehículos eléctricos en territorio de la UE. Cuando los estados miembros se pronuncien próximamente (podría ser el 25 de septiembre, según información no confirmada de Bloomberg) necesitará que 15 de ellos, representando al 65% de la población de la unión, lo rechacen. De lo contrario, los aranceles aumentarían del 10% actual a cifras como el 17%, en el caso de BYD, o incluso del 35,3% para aquellas compañías que no hayan cooperado con la investigación de la UE acerca de la recepción de posibles subsidios estatales injustos.

Según informaciones no confirmadas de Bloomberg, la votación sobre la imposición de aranceles podría ser inmediata, en una fecha tan cercana como el 25 de septiembre. Lo cual explica la llegada de Wang Wentao, ministro de comercio de China, a suelo europeo. Su visita, sin embargo, no ha conseguido evitar que Italia se manifestara abiertamente a comienzos de esta semana a favor de la imposición de los aranceles.

Si dicha imposición fuera finalmente aprobada, es de esperar un agravamiento de las turbulencias comerciales entre la UE y China durante los próximos meses.

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